Escrito por Kenny Oliva
El préstamo comercial es la mejor opción para iniciar un negocio, crear fondos para el mismo o cubrir algún pago adicional; se busca cuidar el patrimonio del inversionista, socios y empleados. El monto dependerá de los avales que presentes al momento de la solicitud, así como de tu historial crediticio. Es importante evaluar todas las necesidades de la compañía antes de inclinarte por alguna en particular. De esta manera, podrás elegir el tipo de crédito que más se adapte a tus necesidades. También debes fijarte en la cantidad a solicitar; algunos prestamistas ofrecen montos elevados, para ellos es importante obtener ganancias y percibir ganancias. Sin embargo, debes ser objetivo y evitar poner en riesgo el futuro de la compañía. Te contamos cómo sacar el mayor provecho de tu préstamo comercial.
Tipos de préstamos comerciales
Pueden ser proporcionados a través de inversionistas privados o entidades financieras. Generalmente, se piden los soportes que indiquen el destino de los fondos, el tiempo estimado de retorno y las garantías. Algunos son de tipo hipotecario. Los préstamos comerciales deben ser, exclusivamente, para uso de compañías, industrias o profesionales de distintas áreas. No pueden emplearse en intereses de tipo personal. Por otra parte, los activos de la empresa podrían incluirse entre las garantías de pago.
¿Cómo usarlo adecuadamente?
El préstamo comercial puede dar un gran alivio a la compañía. Asimismo, puede representar una entrada innecesaria o un gasto que la lleve a la quiebra. Si no se da el uso correcto, podría acarrear una deuda no justificada y que perjudique a toda la institución. Por tal motivo, debes tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Evalúa las necesidades de tu compañía. Revisa todas las áreas y encuentra cuál requiere de una inyección de capital. Quizás sea compra de equipos y maquinaria, cambio de infraestructura, remodelación, entre otros.
- Establece tiempos. Al colocar lapsos de tiempo, podrán prever fuga de capital, es decir, podrás asegurarte de que tenga el destino previsto. Recuerda que podría surgir cualquier emergencia y tendrás que recurrir a ese dinero, creando un nuevo inconveniente. Por esto, coloca fechas de pago inmediatos luego de recibir el préstamo.
- Calcula la tasa de interés y los tiempos de cancelación. Antes de gestionar el monto, debes revisar cuál será la cantidad del pago y el plazo de retorno; mensual, trimestral, semestral, anual o cual sea el límite de tiempo. Esto te ayudará a dirigir los fondos adecuadamente, sin tener preocupaciones. Por ejemplo, ha pasado sólo un mes y el proyecto sigue en ejecución, pero ya debes pagar una suma bastante alta de intereses, no has generado la cantidad en cuestión y debes cancelar del mismo préstamo. ¡Error! Por esto, la importancia de hacer cálculos precisos.
- Úsalo en proyectos que hagan crecer la marca. Piensa en el crecimiento y expansión de toda la empresa. Nunca pidas un crédito para cancelar otro, terminarás enredándote cada vez más.
- Lleva un registro contable. No tomes las cuentas a la ligera, lleva un control de cada gasto a realizar y cuál es el restante para finalizar el proyecto.
También puedes pensar en ir abonando dinero extra. Si está entre tus posibilidades, tenlo previsto. Así, podrás cancelarlo más rápido y evitarás invertir demasiado en el pago de intereses.
El préstamo comercial puede ser un gran alivio, pero también un dolor de cabeza innecesario. Revisa todos los detalles y ¡saca el mayor provecho de él!
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