«Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo» -Benjamín Franklin
La mejor forma de enseñar el hábito de ahorro a los hijos es haciéndolos parte de la tarea. De hecho, cualquier actividad en casa que incluya a los más pequeños les hace entender que son fundamentales, lo que permitirá un ambiente más apto para el aprendizaje. Se sentirán partícipes y reconocerán, de primera mano, que son un miembro importante para la familia.
Durante años, se ha recalcado la importancia de incluir a los niños, pero debe hacerse del modo correcto. ¿Cómo sería?
- Promoviendo la libertad para ejecutar ciertas tareas, sin olvidar que deben ser acordes a su capacidad y su edad
- Entendiendo y respetando sus ritmos, sin interferir en sus procesos de aprendizaje
- Apoyándolos muy de cerca como padres, guías y tutores
Puedes inculcar poco a poco el hábito del ahorro
El hábito de ahorro es sumamente necesario. Los niños pueden creer que todo lo que «desean» se «cumple», sin reconocer de dónde proviene. Esto causa daños a largo plazo, porque se formarán como adultos afectados y “enemistados con el sistema”, puesto que pensaban que todo sería sencillo.
Pero, si desde muy pequeños se les enseña que es necesario el trabajo, dedicación y que todo tendrá un costo, podrán tener una mente más enfocada en ganancias, donde el ahorro será un buen comienzo. Así, comienza por lo esencial:
Háblales del origen del dinero
Puedes hacerlo con videos interactivos o dibujos, muéstrales que se necesita esfuerzo y trabajo.
Formas de aplicarlo:
- Caricaturas, como videos de YouTube enfocados al tema
- Recortes con imágenes
- Personajes alusivos al significado de la palabra
Es necesario aclararles a los niños de dónde viene el dinero para que consideren lo importante que es ahorrar. Una vez que explicas su origen, cuéntales sobre los beneficios: permite obtener alimentos o juguetes, ¡lo que al infante más le guste!
Seguidamente, prepara una alcancía y utiliza figuras como una planta que va creciendo si la alimentas de forma continua. Así, los invitas a “aportar nutrientes” a esa planta cada vez que reciban dinero.
Destina un porcentaje
Si creas una «paga», será más fácil para los niños entender qué es el dinero y cómo se consigue. Puede ser semanal, quincenal o mensual; depende de tu presupuesto.
Con esto, también enséñales de gestión, cómo lo usarán y la forma de organizar su dinero, incluyendo los gastos.
Promueve el ahorro
Motívalos a que tomen una parte de ese mismo pago para el ahorro personal.
El dinero tiene límites
Los niños suelen querer algo nuevo de manera constante, así que, en lugar de entregarles todo, cuando estén en una edad en la que sean capaces de comprender, enséñales que se debe ahorrar para lograr tenerlo. Una buena forma de incentivarlos es permitiéndoles usar sus ahorros. Como padre o madre, debes orientarlos en la forma correcta.
Cabe destacar que no se trata de limitarlos y no cumplir sus peticiones. ¡Esa será tu decisión como representante! Cuando las enseñanzas se aplican en lo cotidiano de la vida, será más seguro que entiendan.
Hazlos partícipes
Volviendo al punto inicial, debes incluir a tus hijos en las decisiones monetarias del hogar. Cuando sea el momento de planificar gastos o gestionar el dinero, diles que te acompañen para conocer lo que tú aplicas. Pide su opinión honesta, y aprovecha la ocasión para enseñarles más sobre finanzas personales, hábitos de ahorro y organización.
La lista del súper es un buen ejemplo, porque pueden hablar de lo que realmente es necesario, aquello que no, sobre ofertas y más.
¡Juega!
Recuerda que la mejor educación es la didáctica y divertida. Hay juegos como Monopoly que serán una buena fuente de información para hacerse una idea del hábito de ahorro y negocios.
Incluso, cualquier idea o actividad que consigas en línea será muy provechosa para promover el hábito de ahorro. Así, mientras tú les enseñas a tus hijos, aprendes aún más. Por último, pero no menos importante, recuerda que tu ejemplo es otra gran estrategia de enseñanza.
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