¿Le tienes miedo a la incertidumbre? Seguramente, te causa un poco de temor el hecho de emprender un proyecto con inversión, en especial si ya tienes una empresa sumida en diferentes factores de riesgo.
El riesgo es algo permanente, y obviamente genera incertidumbre sobre los resultados del futuro. Para calcular el riesgo, se necesita la aplicación de métodos de riesgo que permitan llevar a cabo medidas, tomar acciones cuantitativas y considerar las medidas cualitativas.
Riesgo: el gran temor de los inversionistas
Es normal que los inversionistas tengan aversión hacia el riesgo, porque a la mayoría les disgusta la incertidumbre. En muchos casos, el riesgo se traduce en altas tasas de rendimiento. En pocas palabras: a medida que aumenta el riesgo, las tasas de rendimiento aumentan.
Ante una situación de riesgo, se aplican modelos de simulación y árboles de decisión para evaluar el riesgo de las inversiones. Los especialistas en materia financiera consideran el riesgo de los proyectos, pero también tienen en cuenta cómo afecta el riesgo a la empresa.
La aversión al riesgo surge ante una situación de inseguridad; los inversionistas y los administradores prefieren la garantía y la seguridad de que su dinero retorne a sus cuentas.
¿Qué es el riesgo?
Traigamos un ejemplo para definir con mayor claridad el concepto de riesgo. El riesgo viene dado por la variabilidad en los resultados de una inversión determinada, bien sea a corto, mediano o largo plazo.
Supongamos que se invierte una cifra en alguna partida del gobierno de Estados Unidos con plazo a 60 días; de seguro recuperarás tu dinero en poco tiempo y de forma segura. El riesgo es mínimo.
No obstante, imagínate si ese mismo dinero lo destinamos a una expedición arqueológica para buscar tesoros históricos en África. Existe una alta variabilidad en los distintos resultados de cada caso; esto significa que el proyecto tiene un nivel de riesgo muy extremo. Significa, también, que no debemos medir el riesgo en función de las pérdidas sino también en la incertidumbre que genera un resultado.
No es lo mismo si tomas ese dinero y decides extraer oro de una mina desconocida, lo cual implica un amplio arsenal de opciones posibles y lo convierte en un proyecto de inversión con alto riesgo.
Ahora que ya conoces el concepto de riesgo, vamos a profundizar un poco más sobre el análisis y los métodos de cuantificación del riesgo de tu empresa.
Una vez que ya tienes identificados cada uno de los riesgos, vamos a analizar cada uno de ellos. El análisis de riesgo permite estudiar la posibilidad y los efectos de los factores de riesgo para medir el nivel de riesgo de un proyecto.
Al analizarlos, sabrás cuáles son los factores de riesgo con mayor efecto en el proyecto y rápidamente deberán ser abordados por el emprendedor, para así aplicar medidas antes de que ocurran.
Métodos de análisis de riesgo
Hay tres tipos de métodos para establecer el nivel de riesgo de un negocio; estos son: métodos cualitativos, métodos cuantitativos y métodos semicuantitativos. ¡Vamos a conocerlos mejor!
Métodos cualitativos
El método cualitativo es un método muy frecuente en los proyectos empresariales durante la toma de decisiones. Los emprendedores o inversionistas fundamentan la toma de decisiones en un razonamiento previo, experiencia o intuición.
Este método se aplica, generalmente, cuando el riesgo es bajo y no se requiere inversión de tiempo y recursos para realizar un análisis integral.
Los inversionistas recurren a este método cuando los datos numéricos o las estadísticas no funcionan, o no son suficientemente eficientes. Para medir el nivel de riesgo, es necesario un análisis posterior y detallado del riesgo desde diferentes ópticas.
Los métodos de riesgo cualitativo más comunes son: brainstorming, cuestionarios y entrevistas semiestructuradas o estructuradas, formularios diseñados para grupos multidisciplinarios, opiniones especializadas y de expertos a través de la técnica Delphi.
Métodos semicuantitativos
Los métodos semicuantitativos establecen un orden de clasificaciones de palabra, como por ejemplo: alto, medio o bajo, aceptable, poco aceptable o muy aceptable.
O, simplemente, descripciones específicas sobre la probabilidad y los efectos de un hecho. Se trabaja a nivel de escalas valorativas adecuadas para calcular el nivel de riesgo.
Métodos cuantitativos
Los métodos cuantitativos tienen una connotación científica que permite asignar valores de ocurrencia a distintos tipos de riesgo previamente identificados. Estos datos numéricos son clave para calcular el nivel de riesgo del proyecto en términos numéricos.
Entre los métodos cuantitativos más utilizados, se encuentran el análisis de probabilidad, análisis de consecuencia y la simulación computacional. Cada uno de estos métodos tiene mecanismos y procedimientos diferentes.
Incluso, al realizar los diferentes tipos de análisis a través de los métodos cuantitativos, implica utilizar el método Montecarlo. ¿Cuáles son las características del método Montecarlo?
- Brinda un escenario amplio para detectar los diferentes escenarios que se pueden presentar a futuro
- Es fácil y práctico, y se utilizan los cómputos para realizar simulaciones.
Método Montecarlo
El método Montecarlo se enfoca en el método cuantitativo para el desarrollo de análisis de riesgo. Recibió su nombre en honor al principado de Mónaco por ser la meca del juego de azar.
Este método tiene el propósito de representar o simular la realidad por medio de un modelo de riesgo matemático donde se asignan valores aleatorios a las distintas variables que intervienen en el modelo y, a partir de allí, se obtienen múltiples escenarios y resultados.
En las siguientes ediciones, te enseñaremos a cuantificar el riesgo de tu empresa. Por ahora, es importante que conozcas los métodos de calcular el riesgo para dar un salto a la eficiencia y anticiparte a los hechos. ¡Síguenos!
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