Según datos históricos, los mercados de valores siempre han superado la prueba del tiempo y han tendido a aumentar su valor aunque los precios de las acciones individuales fluctúen a diario. Invertir en empresas con índices de crecimiento estable y registro de mayores beneficios por trimestre o invertir en sectores que contribuyen al crecimiento económico del país suele dar como resultado la construcción de riqueza y el aumento del valor de nuestras inversiones. En este artículo te explicaremos qué son las acciones de una empresa y cómo invertir en ellas.
En qué consisten las acciones
Una acción o título (también conocido como «capital» de una empresa) es un instrumento financiero que representa la propiedad de una empresa o corporación y el derecho proporcional a sus activos (lo que posee) y ganancias (lo que genera en beneficios).
Las empresas venden acciones para obtener fondos adicionales con los que puedan hacer crecer su negocio, lanzar nuevos productos o pagar deudas. Cuantas más personas vendan una acción, más bajará el precio y cuantas más personas las compren, más subirán. Por lo general, la gente compra o vende acciones en función de las expectativas de ganancias o beneficios de distintas empresas.
Tipos de acciones:
La mayoría de las acciones en las que se invierte son acciones ordinarias. Estas representan la propiedad parcial de una empresa y los accionistas tienen derecho a recibir una parte proporcional del valor de los activos restantes si la empresa se disuelve. Estas ofrecen a los accionistas un potencial de crecimiento teóricamente ilimitado, pero también corren el riesgo de perderlo todo si la empresa fracasa y se queda sin activos.
Las acciones preferentes funcionan de forma diferente, pues dan a quienes las adquieren una ventaja sobre los accionistas comunes para recuperar una determinada cantidad de dinero si la empresa se disuelve. Los accionistas preferentes también tienen derecho a recibir pagos de dividendos antes que los comunes. El resultado neto es que las acciones preferentes, como inversión, suelen parecerse más a las inversiones en bonos de renta fija que a las ordinarias.
Otro método de categorización distingue entre dos métodos de inversión populares. Los inversores en crecimiento tienden a buscar empresas que vean aumentar rápidamente sus ventas y beneficios. Los inversores en valor, por su parte, buscan empresas cuyas acciones sean baratas, ya sea en relación a sus homólogas o con su propia cotización anterior.
Los valores de crecimiento suelen tener niveles de riesgo más altos, pero los rendimientos potenciales pueden ser extremadamente atractivos. Los valores de crecimiento exitosos tienen negocios que aprovechan la creciente demanda de los clientes, especialmente en relación a las tendencias a largo plazo de la sociedad que apoyan el uso de sus productos y servicios.
Las acciones de valor, en cambio, se consideran inversiones más conservadoras. Suelen ser empresas maduras y conocidas que ya se han convertido en líderes del sector y que, por tanto, no tienen el mismo margen para seguir expandiéndose. Invertir en acciones es una forma excelente de aumentar nuestro patrimonio. Para los inversores a largo plazo, estas son una buena inversión incluso durante los períodos de volatilidad del mercado: una caída de la bolsa se traduce en una gran cantidad de acciones en venta.
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