Grandes economías mundiales ya han tomado medidas ante la situación. Aunque el panorama parece al borde del colapso, no es momento para dejarse llevar por el temor. Es la oportunidad perfecta para desarrollar nuevas economías, evolucionar como humanidad y establecer nuevos parámetros que hagan cambios positivos en la sociedad.
El ser humano es experto en adaptarse y crear soluciones, por eso las grandes economías han conseguido seguir adelante. En Europa, por ejemplo, los líderes han optado por invertir para proteger la economía e impedir crisis mayores. “Hay que fortalecer las redes de protección social, mantener los negocios a flote y dar incentivos para que las empresas no despidan trabajadores», expresó Maurice Obstfeld, profesor de economía e investigador.
Medidas de emergencia tomadas por las grandes economías
Estados unidos: intervención de empresas, buscando la producción privada para continuar atacando al coronavirus. Hipotecas y desahucios suspendidos hasta finales de abril. Establecieron un presupuesto de US$1 billón para apoyar a la población más vulnerable. La reserva federal bajó tasas de intereses casi a 0, así como inyectaron liquidez por valor de US$700.000 millones en el mercado, especialmente con la compra de bonos del Tesoro y valores hipotecarios.
Reino Unido: préstamos por US$400.000 a empresas afectadas por la calamidad. Suspendido el pago de hipotecas por tres meses a personas con dificultad económica. Apoyo financiero a pequeñas empresas y ayudas directas. Pagos tributarios exentos por un año.
España: aproximadamente el 20% del PIB fue asignado para solventar efectos causados por la pandemia, así con aportes públicos y privados. El Estado ofrece avales para las empresas más afectadas. Mora en pagos de hipotecas. Apoyo financiero a trabajadores independientes y empresas con daños graves. El seguro social permanecerá exonerado. Los pagos a servicios como agua e internet serán suspendidos, solo para las personas con impedimentos, así como apoyo a esa población de menos recursos.
Francia: establecieron un plan de emergencia inmediata, con recursos para trabajadores y empresas. Garantías fiscales, préstamos y medidas que protegen de acuerdo a las necesidades de empresas amenazadas. Beneficios para trabajadores independientes. Remuneración total de dos meses a trabajadores alejados de sus labores. Fondo de apoyo para pequeñas empresas. Se aplazaron cargas fiscales y cotizaciones para empresas y de ser necesario (en casos extremos) anular pagos.
Italia: suspensión en pagos de hipotecas. Ayuda económica a empresas gravemente afectadas. Ayuda financiera a empresas y trabajadores autónomos. Subsidios a desempleados. Detuvieron el cobro a los servicios, obligaciones fiscales de empresas y ciudadanos. En dos meses no podrán despedir. Se extendieron los permisos parentales. Bonos para padres que cubrirá el cuidado de sus hijos mientras ellos trabajan.
Alemania: este fue el país que más sorprendió con sus medidas. Establecieron un plan de concesión de crédito ilimitado para empresas, pequeñas, medianas y corporaciones, con garantías facilitadas por la banca pública, para evitar el declive y hasta quiebres. Financiación pública para reducir las horas laborales. Aplazado el pago de impuestos.
La crisis covid-19 se enfrenta entre la población y los gobiernos
Los sistemas establecidos por las grandes economías han cambiado y no existe una seguridad de cuándo todo volverá a ser normal. El director general de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), Guy Ryder, explicó: «Ya no se trata solamente de una crisis sanitaria global, sino que supone una grave crisis económica y laboral que está teniendo un fuerte impacto en las personas».
Por lo que Maurice Obstfeld propone como solución tomar acciones fiscales coordinadas y justas, aclarando que «si los países caen en recriminaciones y enfoques egoístas, arriesgamos una mayor fragmentación de la economía mundial que podría persistir mucho más allá de la crisis».
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