Una estructura financiera son los bienes o capital que la empresa ha reunido como recursos propios, ya sea que esta misma logró recaudar por sus propios medios o por terceros; es decir, por medio de financiación o inversión. Sin embargo, la utilidad será a la misma empresa. Por ese motivo, también se consideran las deudas.
Una buena estructura financiera es importante porque permitirá manejar mejor los recursos, como otorgar salarios apropiados o mejores que los promedios, atraer el talento humano, transformar y hasta mejorar los equipos y aspectos necesarios para entregar mejores productos a los clientes.
Es conveniente realizar una estructura financiera
La estructuración financiera es una herramienta para conocer si tu idea de negocio es viable, así como tener soporte para presentarla ante inversionistas, entidades financieras o cualquier grupo que pueda aportar recursos.
Una meta de negocio puede ser posible considerando tres direcciones:
- Generar flujo de efectivo
- Rentabilidad
- Período de recuperación de la inversión
No obstante, para hacer posible esa meta por medio de la estructura financiera, existen tres aspectos fundamentales:
- Recursos para la inversión en activos fijos o de largo plazo
- Requerimientos de capital de trabajo para la operación
- Metas de ingresos que deben ser alcanzadas para garantizar su rentabilidad
Para ejecutar la estructura financiera, también se debe tomar en cuenta un análisis financiero de acuerdo a la idea o proyecto de negocio, considerando el entorno, perspectivas del mercado, recursos disponibles (incluso necesarios) y, por supuesto, la meta o visión a largo plazo.
Para completar la estructura financiera de una idea de negocio, se debe seguir una metodología, comenzando con:
1- Estudio de mercado, para elegir la mejor opción de acuerdo al análisis del entorno y del proyecto.
2- Tomar en cuenta las variables financieras, sobre todo la variable relacionada con la inversión inicial en activos fijos.
3- Recaudar la información pertinente afín con la estructura financiera, es decir, costos fijos y variables de la idea de negocio.
4- Estimar el punto de equilibrio. Con esto, se tomará el nivel mínimo de producción y venta, para evitar pérdidas.
5- Crear metas de ventas, ya que se debe comenzar creando un nivel mínimo de rentabilidad.
6- Definir el punto de partida, el cual dará un panorama de los recursos (sean propios o terceros) para crear y analizar el mínimo de tres escenarios de evaluación financiera.
7- Crear una proyección de estados financieros y del flujo de caja hasta mediano plazo, como hasta tres años.
8- Evaluar la tasa de interés.
9- Evaluación de los indicadores particulares de la idea de negocio, como el valor presente Neto o VPN, Tasa Interna de Retorno o TIR, entre otros. Estos son considerados como la evaluación financiera.
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