El auditor interno es una figura muy relevante en el proceso de evaluación del sistema de gestión de calidad establecido por el ISO 9001. De hecho, en la entrada reciente “Por qué es importante documentar procesos de la empresa”, detallamos sobre ese proceso.
El auditor interno está muy ligado a la gestión de calidad y, por ende, al documento de procesos. La Nueva ISOO 9001:2015 establece que este parámetro es para «establecer y mejorar sus políticas, objetivos, estándares y otros requerimientos de calidad y lograr así la mejora continua. En toda esta ecuación el auditor interno de calidad juega un papel destacado».
Responsabilidades del auditor interno
Sin embargo, un auditor interno también puede cumplir un papel principal en una empresa sin ser parte del ISOO o procesos de calidad. Primordialmente, un auditor interno es quien se encargará de analizar y presentar informes de procesos empresariales, tales como:
- Gobernanza
- Gestión de riesgos
- Procesos de control para lograr metas, estrategias en la empresa, metas de índole operativo, financiero u operaciones
En pocas palabras, el auditor interno está encargado de que sea posible la apropiada función de la empresa; desde su gestión hasta revisar el orden de las finanzas según la ley. Sus áreas serán la administrativa, legal, financiera, fiscal y contable.
Específicamente, un auditor interno tendrá la responsabilidad de:
- Tomar la información de las áreas mencionadas para darle sentido confiable y correcto
- Captar las áreas que pueden mejorar. Dado que estudiar grandes datos de distintos departamentos, está en completo manejo de ofrecer mejoras y soluciones
- Priorizar, sobre todo, lo que permitirá optimización en la empresa. Una de sus muy relevantes funciones es mejorar la productividad en los procesos y puede, junto con la dirección general y la dirección financiera, pedir cambios para lograr un proceso competitivo y eficiente
- Instaurar políticas y procedimientos, todo con un criterio objetivo
- Evaluar e implementar las políticas y procedimientos (bajo la supervisión de la dirección general) pero también identifica los posibles errores en el proceso y lo que se está ejecutando incorrectamente, para cambiar lo que promueva la mejoría
- Dar su opinión visionaria, ofreciendo opciones para que la dirección general tome las decisiones más acertadas para el buen futuro de la empresa.
- Estudiar y evaluar riesgos
Entre muchas funciones similares. La labor del auditor interno es muy valiosa y debe ejecutarse con precaución; no como algo ligero para recibir beneficio monetario, sino con el compromiso de que su opinión es la puede llevar al éxito o completo fracaso de una empresa.
Por lo tanto, esta figura debe promover la confianza, siendo capaz de darle valor a la empresa, así como hacerla sobresalir entre la competencia. Debe saber utilizar sus recursos disponibles, evaluar sistemas de control, proteger los bienes y apoyar, siempre, que la empresa tenga éxito.
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