Los productos de belleza son muy variados, desde aquellos que se utilizan para mejorar el aspecto físico de una persona hasta aquellos que se adquieren por gustos personales, como el maquillaje, las cremas, los perfumes, entre otros.

Si bien estos productos pueden tener beneficios para la autoestima y la salud de la piel, no son una necesidad primaria; es decir, no son imprescindibles para la supervivencia o el bienestar básico de las personas.

¿Por qué no son una necesidad primaria? Porque se puede vivir sin ellos y no afectan a las funciones vitales del organismo. Además, muchos de estos productos tienen un impacto negativo en el medio ambiente, ya que generan residuos plásticos, contaminan el agua, y muchos otros pueden contener ingredientes tóxicos o de origen animal (causando sufrimiento a seres vivos). También pueden provocar alergias, irritaciones o efectos secundarios en algunas personas.

Tenemos algunos tips para reducir tus gastos en productos de belleza

Cabe destacar que reducir el consumo de productos de belleza no significa renunciar a cuidarse o a sentirse bien contigo misma. Al contrario, significa ser más responsable y consciente de las consecuencias que tienen las compras excesivas, tanto en el planeta como en la salud. 

Luego de analizar si es una compra necesaria, podrás contribuir a un mundo más sostenible, a una belleza más saludable y a mejorar tus finanzas personales.

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