El crowdfunding es una forma de financiación colectiva que permite que personas o empresas puedan obtener dinero para sus proyectos a través de plataformas digitales.
Este tipo de inversión se basa en la colaboración de una multitud de personas que aportan pequeñas cantidades de dinero a cambio de diferentes tipos de recompensas, como productos, servicios, participación o reconocimiento.
El crowdfunding es un fenómeno relativamente reciente, pero tiene sus antecedentes históricos en el mecenazgo, el cooperativismo o las suscripciones populares.
El origen del crowdfunding moderno se suele situar en el año 1997, cuando una banda de música británica llamada Marillion consiguió recaudar más de 60.000 dólares a través de internet para financiar su gira por Estados Unidos. A partir de ese momento, surgieron las primeras plataformas de crowdfunding en la web, como ArtistShare (2000), Sellaband (2006) o Kickstarter (2009), que facilitaron el acceso y la difusión de los proyectos que buscaban financiación.
El crowdfunding se ha convertido en una alternativa a las formas tradicionales de financiación, como los créditos bancarios o los fondos de inversión, especialmente para proyectos innovadores, creativos o sociales que tienen dificultades para acceder a esos recursos. El crowdfunding ofrece varias ventajas, como la validación del mercado, la fidelización de los clientes, la reducción de riesgos o la democratización del acceso al capital.
Existen diferentes tipos de crowdfunding según la naturaleza de las recompensas que se ofrecen a los contribuyentes. Los más comunes son:
- Crowdfunding de donación: los contribuyentes no esperan ninguna recompensa a cambio de su aportación. Se suele utilizar para fines sociales, solidarios o ambientales.
- Crowdfunding de recompensa: quienes contribuyen reciben un producto o servicio relacionado con el proyecto que apoyan. Se suele utilizar para proyectos creativos, culturales o tecnológicos.
- Crowdfunding de inversión: las personas que hagan su inversión reciben una participación en el capital o en los beneficios del proyecto que apoyan. Se suele utilizar para proyectos empresariales o startups.
- Crowdfunding de préstamo: los contribuyentes prestan dinero al proyecto que apoyan y reciben el pago del capital más unos intereses. Se suele utilizar para proyectos productivos o comerciales.
- Crowdfunding de royalties: quienes aportan reciben un porcentaje de las ventas o ingresos generados por el proyecto que apoyan. Se suele utilizar para proyectos artísticos o musicales.
Te enseñamos cómo invertir en el mercado de crowdfunding
El mercado de crowdfunding es una alternativa a los métodos tradicionales de financiación, como los bancos o los fondos de capital riesgo, que suelen exigir más requisitos y garantías.
Una de las ventajas del crowdfunding es que permite a los emprendedores acceder a recursos económicos para llevar a cabo sus ideas, y a los inversores participar en proyectos innovadores y rentables. Sin embargo, invertir en el mercado de crowdfunding también implica ciertos riesgos y desafíos, por lo que es importante seguir algunos consejos prácticos para hacerlo con éxito.
- Infórmate bien sobre la plataforma de crowdfunding que se va a utilizar, ya que existen diferentes tipos y modalidades. Algunas se enfocan en proyectos sociales o culturales, otras en proyectos empresariales o tecnológicos, y otras en préstamos entre particulares. Además, cada plataforma tiene sus propias normas, comisiones, plazos y condiciones de inversión y retorno. Es conveniente comparar varias opciones y elegir la que mejor se adapte a nuestros intereses y objetivos.
- Debes diversificar la inversión, es decir, no apostar todo el dinero a un solo proyecto o sector
De esta forma, se reduce el riesgo de perder la inversión si el proyecto fracasa o no cumple con las expectativas. Lo ideal es distribuir el capital entre varios proyectos de diferentes temáticas, niveles de riesgo y rentabilidad potencial. Así, se aumentan las posibilidades de obtener beneficios y se compensan las posibles pérdidas.
- Analiza bien el proyecto en el que se va a invertir, tanto desde el punto de vista técnico como financiero
Es importante conocer el equipo detrás del proyecto, su experiencia, su trayectoria y su capacidad para ejecutarlo. También hay que evaluar el mercado potencial del producto o servicio que se ofrece, su viabilidad, su competencia y su diferenciación. Además, hay que revisar el plan de negocio, el presupuesto, la valoración y la proyección de ingresos y gastos. Todo ello nos ayudará a determinar si el proyecto es sólido, realista y rentable.
- Debes estar atento al desarrollo del proyecto y al cumplimiento de los hitos establecidos
Es conveniente seguir la evolución del proyecto mediante las actualizaciones que proporciona la plataforma o el propio emprendedor. De esta forma, podremos comprobar si el proyecto avanza según lo previsto, si se enfrenta a algún problema o retraso, y si se cumplen los objetivos marcados. También podremos comunicarnos con el emprendedor o con otros inversores para resolver dudas o sugerir mejoras.
- Sé paciente y consciente de que invertir en el mercado de crowdfunding no es una forma rápida ni fácil de ganar dinero
Los proyectos suelen tardar varios meses o años en materializarse y generar beneficios. Además, existe la posibilidad de que el proyecto no llegue a buen puerto o no ofrezca el retorno esperado. Por eso, hay que invertir solo el dinero que no se necesite a corto plazo y que se esté dispuesto a perder en caso de fracaso.
El crowdfunding es un mercado en crecimiento que cada vez tiene más relevancia e impacto en la economía y la sociedad. Según el informe The State of Crowdfunding 2020, elaborado por la plataforma Crowdsourcing Week, el volumen global del crowdfunding alcanzó los 34.500 millones de dólares en 2020 y se espera que supere los 300.000 millones en 2025.
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