Muchas empresas reducen su capital de trabajo en ciertas temporadas, en virtud de las condiciones climáticas que pueden afectar el financiamiento de las empresas.
Dependiendo del objetivo y actividades comerciales de la empresa, se pueden presentar situaciones económicas y financieras graves durante estaciones que no son favorables para el desarrollo de algunas actividades productivas.
Por ejemplo: los invernaderos, las tiendas de suministros marinos y accesorios para embarcaciones, negocios de productos y repuestos para la calefacción, o prendas como trajes de baño y accesorios playeros.
El problema radica en que estas empresas tienen que cubrir los costos fijos durante todo el año, pero son negocios estacionales cuya rentabilidad se materializa en ciertas épocas del año.
Si bien las actividades comerciales funcionan todo el año, los niveles de ingresos bajan considerablemente porque la demanda disminuye en cuanto a la oferta comercial.
Hay empresas pequeñas en que la mitad de sus actividades comerciales se desarrollan en ciertos trimestres anuales; sin embargo, deben cancelar la renta, los servicios, seguros, entre otros, de las sedes comerciales todo el año.
Anualmente, se pueden detectar con rapidez los cambios de estación si se experimenta un gran volumen de ventas, mientras que en otras temporadas la demanda disminuye de forma contundente, sin que esto necesariamente esté vinculado a la administración del local o las gestiones que realicen los miembros de la plantilla laboral.
Esta situación problemática está directamente vinculada con el clima; tales cambios estacionales influyen en las ventas ya que, de acuerdo a cada estación del año, los consumidores pueden dejar de comprar ciertos artículos a precios costosos, o bien pueden esperar por su compra.
El porcentaje de pérdida puede estar entre el 10 % y el 20 %, una vez que se analizan los resultados comerciales anuales. Además, las empresas del sector retail deben competir obligatoriamente con las grandes compañías del país.
Las grandes cadenas detallistas sólo sustituyen el espacio con productos de cada temporada. Por ejemplo, aquellos artículos de jardinería pueden ser ocupados por artículos invernales.
Y es que, a veces, las empresas minoristas o las pequeñas empresas no pueden cambiar de inventario de un momento a otro, como es el caso de las grandes cadenas comerciales.
Las corporaciones que venden algún tipo de ropa de temporada almacenan la mercancía temporal en grandes depósitos, mercancía que quedará retenida hasta la siguiente temporada.
Analiza con cuidado los problemas de capital de trabajo
La mejor estrategia para evitar disminuir el flujo de ventas y de efectivo es anticiparse a los requerimientos de los consumidores, prestar un buen servicio y ofrecer productos correctos en el momento correcto.
Pero la estacionalidad no es una situación que tienen que resolver sólo las pequeñas empresas: las empresas grandes también, con la diferencia de que sus efectos se sienten un poco más por tratarse de negocios pequeños.
Las minoristas no cuentan con un gran capital de trabajo permanente por medio de instrumentos de capital contable. Estas empresas deben recurrir a proveedores, bancos comerciales, y otras entidades para poder acceder a fuentes de financiamiento.
Puede que los proveedores proporcionen los fondos necesarios durante una temporada específica, pero no son una buena fuente de financiamiento durante la temporada baja.
Las entidades financieras podrían proporcionar un crédito para elevar los fondos en temporadas bajas, no obstante, las pequeñas empresas pueden tener problemas para conseguir un financiamiento oportuno.
Los trámites para conseguir un financiamiento rápido son bastante complicados, esto se debe a que la industria bancaria ha experimentado un crecimiento y una serie de fusiones que hacen los procesos un poco más engorrosos.
No se puede comparar la realidad de los procesos hace 20 años. Los banqueros tenían unas relaciones estrechas con los dueños de negocios, e incluso podían convertirse en personas conocidas. Los banqueros tenían cierta confianza en los empresarios y en la prosperidad que emanaba del negocio.
La realidad ha cambiado y una solicitud de crédito requiere gran movilización, asistir a varias sedes bancarias o a otras ciudades para obtener una respuesta positiva o autorización definitiva.
Cómo solucionar esto
Por lo tanto, para dar solución a estos problemas estacionales vinculados al capital de trabajo, se debe recurrir a una planeación financiera completa que permita garantizar que las utilidades obtenidas durante las temporadas altas puedan cubrir las pérdidas registradas en las temporadas bajas.
Empresas como Calloways Nursery, y muchas otras, realizan pronósticos en su ejercicio fiscal para predecir el movimiento de flujo de efectivo todo el año, utilizando cálculos o estimaciones realistas.
En estos informes financieros predictivos, se contempla la reducción de la plantilla laboral durante periodos de poco movimiento comercial, y un aumento en los periodos en que se estima aumentarán las ventas.
Los pronósticos incluyen un seguimiento diario del inventario para detectar posible escasez de materia prima durante ciertas épocas. No obstante, muchos de estos pronósticos no necesariamente pueden evitar pérdidas en una temporada helada inesperada, o prolongada. Hay otros siniestros como inundaciones, temblores o el ingreso de un fuerte competidor al mercado.
Los cambios también pueden incluir un replanteamiento en las calles o de algún local concurrido que impida que un flujo de gente transite por el negocio. Son múltiples factores que pueden afectar el panorama previsto, por lo tanto, la solución no sólo es la planeación sino estipular una planeación flexible.
Si las ventas se reducen en un 10 %, los propietarios de los negocios deben reducir la misma proporción de empleados, salarios, prestaciones al personal, inventario, entre otras áreas. En este sentido, los planes de expansión del negocio se deben convertir en planes de contracción para asimilar la situación emergente desfavorable.
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