¿Te gusta viajar y conocer nuevos lugares? Seguro que sí, pero también sabes que viajar implica gastar dinero y, a veces, más de lo que te gustaría. Uno de los gastos más importantes cuando viajas es el de la comida.
¿Por qué las personas suelen invertir tanto en los gastos de comida durante sus viajes? Hay varias razones para ello:
- Cuando viajamos, queremos probar la gastronomía local, y eso significa comer en restaurantes típicos o comprar productos regionales. Esto puede ser muy interesante y enriquecedor, pero también puede ser muy caro, sobre todo si no sabemos dónde ir o qué pedir. Además, muchas veces nos dejamos llevar por la tentación y acabamos comiendo más de lo necesario o comprando cosas que no necesitamos.
- Durante el viaje, nos salimos de nuestra rutina y de nuestros hábitos alimenticios. Esto puede afectar a nuestro apetito y a nuestro metabolismo, y hacernos comer más o menos de lo que consumimos normalmente. También puede influir el clima, el horario o el tipo de comida que encontramos en el destino. Por ejemplo, si viajamos a un lugar muy frío o muy caluroso, es posible que necesitemos más calorías o más hidratación, y eso se traduce en un mayor gasto.
- Al viajar nos relajamos y nos olvidamos de controlar nuestro presupuesto. Esto puede ser bueno para disfrutar del viaje, pero también puede ser malo para nuestro bolsillo. A veces, no llevamos un registro de lo que gastamos o no hacemos un plan de gastos antes de salir. Otras veces, nos dejamos llevar por la emoción o por la presión social y gastamos más de lo que podemos o queremos.
Estas son algunas de las razones por las que las personas suelen invertir tanto en los gastos de comida durante sus viajes. Pero no te preocupes, porque hay formas de ahorrar y de comer bien sin arruinarte, sin renunciar al placer de probar la gastronomía local. Aquí te damos 5 consejos para que puedas disfrutar de tu viaje sin arruinar tu presupuesto.
5 consejos para ahorrar dinero en tus gastos de comida en tu viaje
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Planifica tus comidas con anticipación
Antes de salir de casa, investiga sobre los restaurantes, cafeterías y mercados que hay en tu destino. Busca opciones que se adapten a tu bolsillo y que ofrezcan platos típicos o saludables. Así, evitarás caer en la tentación de comer en sitios caros o poco recomendables.
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Aprovecha el desayuno del hotel
Si tu alojamiento incluye el desayuno, no lo desperdicies. Come bien y llévate algo de fruta, pan o galletas para el resto del día. De esta forma, podrás saltarte el almuerzo o hacer una comida ligera, y ahorrarás dinero y tiempo.
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Prepara tu propia comida
Si tienes acceso a una cocina, ya sea en el hotel, en un apartamento o en un albergue, puedes comprar los ingredientes en el supermercado o en el mercado local y preparar tus propios platos. De esta forma, podrás controlar lo que comes, ahorrar dinero y experimentar con los sabores locales.
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Come en la calle o en locales pequeños
Una de las mejores formas de conocer la cultura de un lugar es probar su comida callejera. Además de ser económica, suele ser deliciosa y variada. Busca puestos, carritos o furgonetas que tengan buena pinta y mucha clientela. También puedes optar por comer en bares, tabernas o cafeterías que ofrezcan menús del día, tapas o bocadillos a buen precio.
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Bebe agua del grifo o lleva tu propia botella
El agua embotellada puede ser un gasto innecesario si el agua del grifo es potable en tu destino. Infórmate antes de viajar y, si es seguro, bebe agua del grifo o lleva tu propia botella rellenable. Así, ahorrarás dinero y contribuirás a cuidar el medio ambiente.
Esperamos que estos consejos te sean útiles para ahorrar dinero en tus gastos de comida en tu viaje. Recuerda que lo importante es disfrutar de la experiencia y no privarte de nada, pero siempre con sentido común y responsabilidad. ¡Buen viaje!
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