Esencialmente, las inversiones son activos creados con el propósito de hacer crecer nuestro dinero. El patrimonio derivado de ellas puede utilizarse para diversos objetivos, como cubrir escasez de ingresos, ahorrar para la jubilación o cumplir con obligaciones específicas como la devolución de préstamos, pago de matrículas o compra de otros activos.
En el artículo de hoy te hablaremos un poco más a detalle sobre las inversiones. ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las inversiones?
Una inversión es una adquisición que tiene el potencial de producir ingresos u otro tipo de beneficios a la larga. Entonces, aquellas que pierden valor de forma natural con el tiempo o el uso no son inversiones.
Existen diferentes tipos de inversión, las cuales son opciones a escoger dependiendo de tus posibilidades económicas y conocimientos de los mercados. Mientras mejor entiendas estas dinámicas, más posibilidades de éxito tendrás. Los tipos más comunes son:
- En acciones: Esta es la adquisición de acciones de propiedad de alguna empresa y le ayuda a ganar dividendos a cambio.
- En bonos: ¿Qué es la inversión en bonos? Esto significa prestar tu dinero a una institución o gobierno para recibir un retorno a interés fijo en intervalos regulares y también el valor nominal al vencimiento.
- Fondos de inversión: En estos se recogen fondos de diferentes inversores y se colocan en bonos o acciones de una empresa, los cuales son gestionados por gestores de fondos.
- Fondo Público de Previsión (PPF): Este es un plan de ahorro ofrecido por el gobierno, que invierte sus fondos durante un período específico y ayuda a obtener rendimientos sobre el mismo.
El valor de las inversiones y cómo empezar
Hacer una inversión conlleva diferentes niveles de riesgo. Asumir más significa que los beneficios de las inversiones pueden crecer más rápido, pero también nos enfrentamos a una mayor posibilidad de perder dinero. Por el contrario, un riesgo menor implica que podremos obtener beneficios más lentamente pero de manera segura.
Calcular cuánto riesgo se puede asumir se denomina calibrar la tolerancia al riesgo. Si te sientes cómodo con más altibajos a corto plazo en el valor de tu inversión a cambio de mayores beneficios a largo plazo, probablemente tengas mayor tolerancia al riesgo. Por otro lado, también puedes decidir ir por una tasa de rendimiento más lenta, moderada y con menos altibajos.
En general, lo recomendable es asumir más riesgos si se invierte para objetivos lejanos, como el de crear un fondo de jubilación siendo joven. Si contamos con varias décadas antes de necesitar ese dinero, tendremos más posibilidades de recuperarnos de una caída en el valor de nuestra inversión.
¿Cuándo deberías comenzar a invertir?
¿Tienes suficiente dinero para cubrir tus gastos esenciales? Aunque no haría falta decirlo, si tienes dificultades para cubrir gastos básicos o crees que se pueden presentar en un futuro cercano, quizás este no sea el mejor momento para empezar a invertir.
¿Tienes un fondo de emergencia? Antes de invertir, asegúrate de tener un fondo de ahorro que te permita cubrir cualquier emergencia. Aunque puedas acceder al dinero que has invertido en la bolsa en cualquier momento, hacerlo en un momento inoportuno podría hacerte perder ganancias potenciales.
¿Tienes deudas? Aunque el valor de las inversiones puede crecer con el tiempo, es posible que no crezcan al ritmo necesario para superar los intereses que estás pagando por tu deuda.
Si te sientes cómodo con tus finanzas, sería bueno que empieces a ahorrar dinero en una cuenta de inversión lo antes posible. Y mientras lo haces, comienza a formular una estrategia inteligente de inversión a mediano y largo plazo.
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