Tener el valor de una pequeña empresa no es tan sencillo ni aleatorio como se piensa. Posiblemente, alguien que conozca del mercado tenga una idea, pero lo recomendable es acudir a un contador público o a un consultor de negocios para que establezca el verdadero valor de una empresa.
¿Conoces cuál es el valor de una pequeña empresa?
El valor de una pequeña empresa es una medida de su rentabilidad, competitividad y potencial de crecimiento. Hay diferentes métodos para calcular el valor de una pequeña empresa; estos son:
- Método del flujo de caja descontado (CCF)
- Método del múltiplo de ventas
- Método del valor contable
Existen diversas situaciones, pero, una pequeña empresa privada puede adquirir mayor valor e importancia cuando está en venta. Sin embargo, el inconveniente en sus ventas es que este tipo de negocios privados, comúnmente, no poseen liquidez. Mientras una empresa pública cotiza en el mercado de valores, con las privadas es diferente, debido a que no se consiguen muchos compradores dispuestos a adquirir una tienda de ropa, comida rápida o incluso un centro de atención médica.
Pero, si ocurre que alguien está interesado en la compra, puede haber cambios en el precio mientras llegan a acuerdos comerciales. Esto debido al valor estándar. Este suele disminuir por falta de liquidez (lo normal es que sea el 30 %). Por ejemplo, una pequeña empresa que tenga un precio inicial de 100.000 dólares puede costar 70.000 dólares por efectos de una valuación patrimonial.
La persona clave en las operaciones de la pequeña empresa también juega en contra de la venta. Puede decirse que, mientras más fundamental haya sido la persona clave o figura de autoridad en el mantenimiento del negocio, y esta fallece, se reduce el valor. Por otro lado, si resulta ser una marca establecida (y hasta reconocida) o algún medio de entretenimiento con programación por contrato, puede conservar su valor (e incluso hasta aumentarlo).
Las utilidades de la pequeña empresa también serán otro punto importante para la venta. Como negocio privado, hay pocas probabilidades que cotice en la bolsa y normalmente sucede por la gestión financiera de los propietarios, como mezclar gastos personales con los del negocio. Es decir, pertenencias como autos familiares, seguros de salud, viajes, entre otros, los cargan como gastos del negocio, cuando la realidad es todo lo contrario. Cabe destacar que también las pequeñas empresas buscan declarar utilidades muy bajas para pagar menos impuestos.
Ahora, una pequeña empresa que cotiza en la bolsa puede tener posibilidades de tener mayor valor, pero depende de varios factores: el sector, el mercado, la rentabilidad y el potencial de crecimiento de la empresa. En general, una empresa privada que cotiza en bolsa tiene más visibilidad y liquidez que una que no cotiza, lo que puede aumentar su valoración.
No obstante, también tiene más costes y obligaciones legales, como la publicación de estados financieros y el cumplimiento de normas de gobierno corporativo. Además, el valor de una empresa que cotiza en bolsa puede estar sujeto a fluctuaciones del mercado y a la oferta y demanda de los inversores.
Por lo tanto, no existe una solución única para considerar el valor de una pequeña empresa, sino que depende del caso concreto de cada empresa y de las expectativas del comprador y del vendedor.
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